El término gallarín se refiere a una cuenta que se realiza mediante el doblado constante de un número, siguiendo una progresión geométrica.
Esta acepción es considerada anticuada y actualmente se encuentra en desuso, lo que la convierte en un vestigio de prácticas matemáticas de épocas pasadas.
Aunque su uso ha disminuido, el concepto refleja la evolución del lenguaje y las técnicas de cálculo a lo largo del tiempo.