El término gallofo o gallofa se utiliza para describir a una persona que se caracteriza por ser pobretón, holgazán y vagabundo, frecuentemente pidiendo limosna.
Esta palabra refleja una condición social y económica, asociada a la falta de recursos y a un estilo de vida errante.
En su uso coloquial, puede tener connotaciones despectivas, aludiendo a la pereza y la dependencia de los demás.