La palabra gándara se refiere a un tipo de terreno caracterizado por ser bajo, inculto y cubierto de maleza.
Este tipo de suelo, a menudo poco productivo, puede encontrarse en diversas regiones y es un reflejo de la interacción entre el medio ambiente y la actividad humana.
La gándara, al ser un espacio natural, también puede albergar una rica biodiversidad, aunque su uso y conservación dependen de las prácticas agrícolas y de gestión del territorio.