El término garlero y su forma femenina garlera se utilizan en Colombia para describir a una persona que es parlera o parlanchín.
Estas palabras evocan la idea de alguien que habla mucho, a menudo de manera animada o sin parar.
En el contexto colombiano, ser un garlero puede tener connotaciones tanto positivas como negativas, dependiendo de la situación y del tono de la conversación.