Origen de la palabra: participio del verbo «garrir» que se construye modificándolo así: garrido
p. La palabra "garrido (garrida)" es un participio del verbo "garrir" que se utiliza como adjetivo sin perder del todo su naturaleza verbal.
Este participio siempre denota tiempo pasado y aspecto perfectivo, y se utiliza para formar tiempos compuestos o perfectos, conjugar la voz pasiva y formar oraciones subordinadas.
Ejemplos de uso:
- Los zapatos garridos que llevaba hacían juego con su camisa descolorida.
- La casa fue garrida por los ladrones durante la noche.
- Había garrido demasiado tarde para remediar el problema.
- Las flores garridas del jardín atraían a las abejas.
En resumen, "garrido (garrida)" es un participio que puede usarse como adjetivo para describir objetos, personas o situaciones que denotan un aspecto de desgaste o deterioro.
También se utiliza para formar oraciones en tiempos compuestos y para conjugar la voz pasiva.