La palabra genilla se refiere, en su acepción más antigua, a la pupila o niña del ojo.
Este término, que hoy en día se considera anticuado y en desuso, evoca una época en la que el lenguaje relacionado con la anatomía ocular era más poético y menos técnico.
Aunque ya no se utiliza comúnmente, su significado refleja la riqueza del idioma español y su evolución a lo largo del tiempo.