La palabra gent proviene del término antiguo gentilhombre, que se refería a un hombre de buena posición social y modales refinados.
En su uso más específico, también designaba a un buen mozo, es decir, a un hombre atractivo o bien parecido.
Aunque hoy en día esta acepción está en desuso, su legado persiste en el lenguaje, recordándonos una época en la que la nobleza y la elegancia eran altamente valoradas.