El término gigolo proviene del francés y se refiere a un hombre joven que obtiene beneficios económicos o materiales a través de su relación con mujeres de mayor edad.
Este concepto a menudo implica una dinámica en la que el gigolo ofrece compañía o atención a cambio de recursos, lo que puede generar diversas percepciones sobre las relaciones interpersonales y el intercambio de afecto por interés.