El término gobierno absoluto se refiere a un sistema en el que todos los poderes del Estado están concentrados en una única persona o entidad, sin ninguna limitación legal o institucional.
En este tipo de gobierno, las decisiones se toman de manera unilateral, lo que puede llevar a la falta de libertades y a la ausencia de mecanismos de control.
Este concepto contrasta con sistemas más democráticos, donde el poder se distribuye y se somete a regulación.