• « El profesor Konner añade: "No es de extrañar, entonces, que la evolución hiciera que los hombres la encontraran [la gordura femenina] atractiva". »
• « La sosa y la potasa, que son sales, se unen fácilmente a los cuerpos grasos, y siempre que están en contacto con alguna untuosidad, la absorben tan bien, se unen tan íntimamente, que basta con hacer desaparecer estas sales, para que con ellas desaparezca la gordura que desfiguraba una determinada superficie. »