El término gótico flamígero se refiere a un estilo arquitectónico que surge en la Europa del siglo XV, caracterizado por su forma ojival y una ornamentación rica en calados que evocan las ondulaciones de las llamas.
Este estilo se destaca por su elegancia y complejidad, reflejando una evolución del gótico tradicional hacia formas más dinámicas y expresivas.
Su belleza y singularidad lo convierten en un tema fascinante dentro de la historia del arte.