El término granadero tiene su origen en el ámbito militar.
Se refiere, en primer lugar, a un soldado que portaba granadas, armas explosivas utilizadas en combate.
Además, el nombre se aplicaba a ciertas tropas compuestas por soldados de gran estatura, lo que les confería una presencia imponente en el campo de batalla.
Así, el concepto de granadero evoca tanto la función específica en la guerra como una característica física destacada.