El término graspo se refiere a una especie de brezo, una planta que crece en terrenos ácidos y húmedos.
Este arbusto, conocido por su resistencia y adaptabilidad, se encuentra comúnmente en regiones montañosas y es valorado por su capacidad para prosperar en condiciones difíciles.
El graspo no solo contribuye a la biodiversidad del ecosistema, sino que también tiene un papel importante en la conservación del suelo.