La palabra grullada tiene varias acepciones que reflejan su uso en el lenguaje cotidiano.
En primer lugar, se relaciona con gurullada, un término que describe un tipo de comida.
También se asocia con perogrullada, que hace referencia a una afirmación obvia o redundante.
Además, en un contexto más coloquial, se utiliza para describir la junta de alguaciles o corchetes que acompañaban a los alcaldes en sus rondas, mostrando así su versatilidad en el idioma.