(¡guay!) Interjección de uso poético con el mismo significado que "¡Ay!". Actualmente en desuso.
Esta interjección se la puede encontrar en textos literarios antiguos como expresión de achaque o tristeza. Por ejemplo, en el Quijote:
"¡Oh gigante Malambruno, que, aunque eres encantador, eres certísimo en tus promesas!, envíanos ya al sin par Clavileño, para que nuestra desdicha se acabe; que si entra el calor y estas nuestras barbas duran, ¡guay de nuestra ventura!"
Ejemplo de uso: "¡guay de los vencidos!"
Origen etimológico de guay: proviene del árabe egipcio كويس (kuwayyis, "bueno")
Segundo diccionario: guay
Origen de la palabra: (del árabe way, interj. que denota conmiseración o asombro.)