La guerra abierta se refiere a un estado de hostilidad declarada entre dos o más partes, donde las acciones bélicas son evidentes y reconocidas.
Este término implica que las confrontaciones no son encubiertas, sino que se manifiestan de manera clara y directa.
En este contexto, es fundamental entender cómo se diferencia de otros tipos de conflictos, como la guerra fría, donde la tensión existe sin enfrentamientos armados.