El término hablantín y su variante hablantina se utilizan en el lenguaje coloquial para describir a una persona que habla mucho o que tiene una tendencia a ser habladora.
Estas palabras, de uso familiar, reflejan una característica de comunicación activa y, a veces, excesiva.
Su origen se relaciona con el adjetivo hablanchín, que comparte un significado similar, enfatizando la idea de alguien que disfruta de la conversación.