La palabra "haca" tiene dos acepciones principales.
En primer lugar, se refiere a una jaca, que es un caballo de tamaño pequeño y ágil, utilizado a menudo para montar.
En segundo lugar, se emplea en expresiones coloquiales como "¡Qué haca!" o "¡Qué haca morena!", que se utilizan para despreciar o restar importancia a algo, contrastándolo con otra opción.
Estas expresiones reflejan un uso familiar y desenfadado del lenguaje.