El término hacerir proviene de la forma antigua zaherir, que se refiere a la acción de amonestar o reprender a alguien, a menudo de manera directa o confrontativa.
Esta palabra, aunque actualmente está en desuso, evoca la idea de dar un reprimenda a través de una acción o un beneficio, resaltando la relación entre el acto de corregir y la respuesta del receptor.
Su uso refleja un estilo de comunicación más formal y directo.