La palabra hadado y su forma femenina hadada provienen del participio de hadar, y se utilizan para describir algo que está relacionado con el hado, es decir, el destino o la suerte.
Además, estas palabras pueden referirse a lo que es prodigioso o mágico, evocando una sensación de asombro y misterio.
Su uso sugiere una conexión con lo extraordinario y lo sobrenatural en diversas situaciones.