El término hallado y su forma femenina hallada provienen del participio del verbo hallar, que significa encontrar o descubrir algo.
Además, se utilizan como adjetivos para describir a alguien que está familiarizado o en armonía con una situación, especialmente cuando se acompaña de los adverbios tan, bien o mal.
Así, su uso puede reflejar tanto un descubrimiento como un estado de adaptación o conformidad.