La palabra hangada se utiliza en algunos países de América Latina como sinónimo de fangada, que se refiere a un terreno o lugar cubierto de barro o lodo.
Este término evoca la idea de un espacio húmedo y difícil de transitar, lo que puede afectar tanto la movilidad como las actividades cotidianas.
Su uso refleja la riqueza del lenguaje regional y la conexión con el entorno natural.