La hematoxilina es una materia colorante extraída del palo campeche, un árbol originario de América.
Su uso es fundamental en el campo de la histología, donde permite teñir tejidos y células para facilitar su estudio bajo el microscopio.
Gracias a su capacidad para resaltar estructuras celulares, la hematoxilina se convierte en una herramienta esencial para investigadores y profesionales de la salud en el análisis de muestras biológicas.