La palabra hetera proviene de la antigua Grecia y se refiere a una dama cortesana de elevada condición, que no solo ofrecía compañía, sino que también era culta y educada.
A diferencia de otras mujeres de su tiempo, las heteras gozaban de un estatus especial en la sociedad, participando en banquetes y conversaciones intelectuales.
Además, el término también puede aludir a una mujer pública, destacando su papel en la interacción social y cultural.