El higróstato es un instrumento esencial en el control ambiental, diseñado para regular el grado de humedad en el aire.
Su funcionamiento se basa en la detección de la humedad relativa, permitiendo ajustar automáticamente sistemas de calefacción, ventilación o deshumidificación.
Este dispositivo es fundamental en diversas aplicaciones, desde la conservación de alimentos hasta el mantenimiento de condiciones óptimas en invernaderos y laboratorios.