El término hijo de confesión se refiere a una persona que ha elegido a un confesor como director de su conciencia.
Esta relación implica una conexión espiritual y de confianza, donde el confesor guía y orienta al penitente en su vida moral y religiosa.
La figura del hijo de confesión es fundamental en el ámbito de la espiritualidad, ya que refleja la búsqueda de apoyo y dirección en el camino de la fe.