El término hijo legítimo se refiere a aquel que nace de un matrimonio reconocido y legalmente establecido entre sus padres.
Esta condición implica que el niño tiene derechos y obligaciones en el contexto familiar y social, así como un estatus legal que lo distingue de los hijos nacidos fuera de esta unión.
La figura del hijo legítimo es fundamental en muchas culturas y sistemas legales, ya que establece vínculos de herencia y responsabilidad.