La palabra hilaca se refiere a un bol o capataz de una hacienda, un rol fundamental en la gestión de las labores agrícolas y ganaderas.
Este término es especialmente utilizado en Bolivia, donde el capataz supervisa y coordina las actividades del personal, asegurando el buen funcionamiento de la finca.
La figura del hilaca es clave para mantener la organización y productividad en el campo.