La palabra hisopadura se refiere a la acción de rociar agua utilizando un hisopo, un instrumento tradicionalmente empleado en rituales religiosos.
Aunque su uso es menos común en la actualidad, esta práctica tiene raíces profundas en diversas ceremonias, simbolizando la purificación y la bendición.
La hisopadura evoca un sentido de conexión espiritual y de limpieza, reflejando su importancia en contextos culturales y religiosos.