La Historia de Alicante se remonta a sus orígenes como una colonia griega en el siglo IV a.C., conocida como Acra Leuca.
Posteriormente, fue llamada Lucentum por los romanos.
A lo largo de los siglos, la ciudad fue testigo de diversas dominaciones, incluyendo la árabe, que dejó su huella en el castillo de Alacant.
En 1248, fue conquistada por Alfonso X el Sabio, quien repobló la zona con cristianos, marcando el inicio de su desarrollo hasta convertirse en una importante ciudad.
Historia De Alicante
En el llamado tosal de Manises, a escasos kilómetros de la población, se hallan las ruinas del primitivo Alicante, colonia griega del siglo iv a. de J.C., acrecida por el general cartaginés Amílcar Barca, que le dio el nombre de Acra Leuca; los romanos la llamaron posteriormente Lucentum. Este poblado fue posiblemente destruido por los vándalos, sin que se volviese a reedificar. El actual emplazamiento de Alicante surge durante la época árabe como castillo de Alacant, formidable fortaleza en la cima del Benacantil, a cuyo pie se formó el poblado; cedido por un reyezuelo de Murcia a Femando III, fue ocupado por su hijo y heredero Alfonso X el Sabio en 1248. Sublevada su población musulmana, hubo de ser sometida por el monarca castellano, que la repobló de cristianos. En 1296 el rey de Aragón Jaime II la unió a su reino, en el que continuó hasta la unidad nacional. Fernando el Católico le dio el rango de ciudad y Carlos I le concedió el Toisón de Oro por su lealtad en las luchas de las Germanías. En esta época se refuerzan sus murallas para prevenir los ataques de los piratas sarracenos que asolaban el litoral. Alicante sufrió posteriormente varios asedios, como el ataque de la escuadra inglesa en la Guerra de Sucesión española, el de las tropas francesas del duque de Angulema en 1823, venidas para imponer el absolutismo de Fernando VII. En 1844 tiene lugar una sublevación local de tipo progresista, que acabó en sangre. En 1858 se inaugura el ferrocarril a Madrid y Alicante se convierte en el puerto de la Corte, lo que dio gran impulso a la vida de la ciudad.