La historia de Chipre es un fascinante recorrido a través de los vestigios de la antigüedad, donde se encuentran numerosos restos arqueológicos que reflejan la influencia de diversas culturas.
Desde los establecimientos neolíticos hasta los periodos Chipriota Inferior, Medio y Superior, la isla ha sido un importante centro comercial, especialmente durante la civilización micénica.
Su mención en textos egipcios marca el inicio de su reconocimiento en la historia, destacando su papel en el comercio del Mediterráneo.
historia de Chipre
Vestigios de la antigüedad.
Chipre posee muchos y variados restos arqueológicos de las diferentes culturas que influyeron en la historia de la isla. Las excavaciones han descubierto establecimientos neolíticos, que datan de 4000 a 3000 años a. de J.C. Los posteriores se dividen en tres periodos: Chipriota Inferior (3000 a 2100 a. de J.C.), Chipriota Medio (2100 a 1600 a. de J.C.) y Chipriota Superior (1600 a 1000 a. de J.C.). La alfarería del primer periodo es comparable a la de Anatolia. Durante el tercer periodo, Chipre se orientó hacia el occidente y probablemente fue un gran centro comercial de la civilización micénica. El comercio se llevaba a cabo con las islas del Egeo y con los antiguos aliados de Anatolia y es cuando la isla aparece por vez primera en la historia al ser mencionada en los textos egipcios como una conquista de Tutmosis III. Gran parte de su prosperidad durante el segundo y tercer periodo es atribuida al hecho de que fue la principal fuente de extracción de cobre de la región mediterránea, metal que tomó su nombre de Chipre. Al cerrarse el Chipriota Superior, hay un periodo de oscuridad en la historia de la isla, que coincide con la caída de la civilización micénica. Véase Arqueología; Micénica, Civilización.
Periodo histórico.
Durante unos mil años después de su conquista por Egipto hacia el 1450 a. de J.C., fue colonizada por griegos y fenicios. En el siglo vii a. de J.C. fue anexionada a Asiria y en el vi a Egipto y Persia. Hacia el 500 a. de J.C. las ciudades griegas se aliaron con Chipre en contra de Persia. En el 333 pasó a poder de Alejandro Magno para caer bajo el yugo de Roma durante el siglo i a. de J.C. La cristianizaron los apóstoles San Pablo y San Bernabé. Durante los siglos vii y viii la isla perdió su prosperidad por las incursiones árabes y por el desorden político de los bizantinos. En 1191 fue conquistada por Ricardo I de Inglaterra que la vendió a los Caballeros Templarios. Éstos se la devolvieron y en 1192 Ricardo la volvió a vender al cruzado francés Guy de Lusignan, cuya familia gobernó la isla hasta 1475.
En 1489 cayó bajo el poder de Venecia. En 1571 Selim II expulsó a los venecianos y la isla permaneció bajo el dominio turco hasta la Convención de Chipre (1878), por la que se reconocía la soberanía del Sultán, pero la administración pasaba a poder de los británicos. En 1914, al participar Turquía en la guerra aliada con Alemania, Chipre fue incorporada a Gran Bretaña. A causa de los tumultos en pro de la unión con Grecia, el consejo legislativo, establecido en 1882, fue abolido en noviembre de 1931. El gobernador adquirió el poder legislativo, previo el asesoramiento de un consejo ejecutivo. En abril de 1943 se introdujo un Gobierno municipal electivo. La isla fue un baluarte militar y naval británico durante las dos guerras mundiales. Los británicos instalaron en ella campos de concentración para los emigrantes judíos que entraban en Palestina ilegalmente (1946-48).
En mayo de 1948 el Gobierno británico presentó una nueva constitución para su consideración por la Asamblea, pero los miembros griegos de ésta dimitieron bajo la presión de la Iglesia Ortodoxa griega, y posteriormente de los comunistas, y la Asamblea quedó disuelta. Renació la agitación en pro de la unión con Grecia o «enosis». En 1954 fracasó el intento británico de promover cambios constitucionales. La posición estratégica de Chipre se acrecentó con la firma del Tratado Anglo-Egipcio de 1954 por el que los británicos se retiraban de la zona del Canal de Suez. En abril de 1955 los nacionalistas chipriotas pusieron en práctica una serie de actos terroristas que se intensificaron con el destierro del jefe de la «enosis», el arzobispo Makarios, a principios de 1956. Makarios fue elegido presidente al proclamarse en 1960 la independencia del país.