La historia de Córcega es un fascinante relato que comienza con los primeros habitantes, probablemente figuras, y se enriquece con la llegada de colonizadores como los fenicios, etruscos, cartagineses y romanos.
Tras la caída del Imperio Romano, la isla fue ocupada por los vándalos y luego dominada por los árabes.
En 1077, la República de Pisa tomó el control, seguido por la República de Génova en 1312, marcando una época de turbulencia y el surgimiento de las vendettas.
historia de Córcega (isla)
Los primeros habitantes de Córcega fueron probablemente figures; en el siglo vi a. de J.C. la isla fue colonizada por los fenicios, a los que siguieron los etruscos, cartagineses y romanos después del siglo iii a. de J.C.
Después de la caída del Imperio Romano los vándalos la ocuparon desde el siglo v al ix; los árabes la dominaron luego hasta el xi. En el 1077 cayó en poder de la República de Pisa y conoció un periodo de prosperidad hasta que en 1312 la República de Génova consiguió expulsar de Córcega a los pisanos; el dominio de Génova quedó marcado por una gran turbulencia y ante la ausencia de una efectiva administración floreció el bandidaje y dieron comienzo las famosas venganzas corsas (vendettas).
En 1755 Pascuale Paoli, el héroe nacional corso, se rebeló contra el poder de Génova y dominó la mayor parte de la isla. Los corsos se negaron a aceptar la soberanía francesa, a la que había sido entregada la isla por un tratado de 1768 y Paoli proclamó la independencia de Córcega, obligando a Napoleón Bonaparte, jefe de los corsos partidarios del Gobierno francés, a huir a Francia. Ayudada por los ingleses, la isla se sublevó contra los franceses en 1794 y en este mismo año la Asamblea de Córcega votó en favor del protectorado británico, pero dos años más tarde hubo de rendirse a Francia. Los ingleses recuperaron la isla durante breve tiempo, en 1814, pero en 1815 la devolvieron al Gobierno francés. Durante la II Guerra Mundial Córcega fue ocupada por los alemanes e italianos en 1942 y liberada a fines de 1943.