La historia de Dublín es un fascinante relato que abarca siglos de transformaciones y conflictos.
Desde la llegada del cristianismo con San Patricio en el año 450, hasta la dominación danesa y su posterior expulsión por Brian Boru, la ciudad ha sido testigo de numerosas luchas por el poder.
La intervención de los anglonormandos en 1170 marcó un cambio significativo, estableciendo a Dublín como un importante centro político bajo Enrique II.
A lo largo de los años, la ciudad ha enfrentado asedios y revueltas, reflejando la compleja historia de Irlanda.
historia de Dublín (Irlanda)
San Patricio introdujo el Cristianismo en Dublín el año 450. Los daneses tomaron la ciudad (836) y la conservaron hasta su expulsión por Brian Boru, rey de Munster (1014). Después de la batalla de Clontarf y de la muerte de Brian la reconquistaron y dominaron intermitentemente desde 1052 a 1136. Por último fueron desalojados por los anglonormandos, a las órdenes de Strongbow, que la hizo inglesa en 1170. Enrique II estableció aquí su corte en 1172. En 1207 recibió la ciudad nueva carta de privilegios del rey Juan; dos años más tarde los residentes ingleses fueron casi exterminados por los clanes fronterizos en el motín del «Lunes Negro». En las guerras sostenidas por la Commonwealth en Irlanda estuvo alternativamente en manos de ambos bandos. Edward Bruce la asedió en el siglo xiv. En 1688 Jacobo II consiguió establecer un Parlamentó en Dublín, pero después de la Batalla de Boyne (julio 1690) Guillermo III ocupó la ciudad.
La Unión Irlandesa, acaudillada por Lord Fitzgerald y Wolfe Tone, indujo a una rebelión en 1798 con la idea de apoderarse del castillo, pero los participantes fueron capturados. Robert Emmet dirigió otra insurrección fallida en 1803. Durante la rebelión feniana de 1867 se suspendió la ley del Habeas Corpus y se hicieron en pocas horas 960 detenciones en Dublín. En mayo de 1882, Lord Cavendish, recién nombrado secretario para Irlanda, y Thomas H. Burke, vicesecretario, fueron encontrados muertos en el parque de Phoenix. El 26 de julio de 1914 se produjeron disturbios al intentar la policía apoderarse de una partida de rifles desembarcados en el puerto para los Voluntarios Nacionales.
En abril de 1916 se oyeron los primeros tiros del levantamiento del Sinn Fein; la Oficina de Correos, el Fourt Courts y otros edificios públicos cayeron en manos de los Voluntarios Irlandeses. Durante una semana lucharon éstos sin tregua contra los británicos mandados por el general Maxwell. El Liberty Hall, cuartel general del ejército rebelde fue totalmente destruido por el fuego de lanchas cañoneras, muchas partes de la ciudad fueron incendiadas y empezaron a escasear los víveres. El primer Dail Eireann, Parlamento irlandés, se reunió en Dublín el 21 de enero de 1919; el Parlamento ratificó en enero de 1922 el tratado que creaba una Irlanda libre con capital en Dublín. Véase Irlanda; Eire.