La historia de la anestesia abarca el desarrollo de técnicas y sustancias para aliviar el dolor durante procedimientos quirúrgicos.
En la antigüedad y la edad media, se utilizaban diversas drogas como la mandràgora, el opinio y el alcohol, pero no se lograba una verdadera anestesia.
Fue en el siglo XIX cuando se realizaron los primeros avances significativos, destacando a los dentistas Horace Wells y W.
T.
G.
Morton, quienes introdujeron el uso del óxido nitroso y el éter como anestésicos efectivos.
historia de la anestesia
En las edades antigua y media se conocían y usaban varias drogas que aliviaban el dolor. Para ayudar al paciente a soportar el dolor en las intervenciones quirúrgicas se usaban la mandràgora, Cannabis indica (hachich), Beleño, Opio y Alcohol. A veces se obtenía la inconsciencia propinando un fuerte golpe en la cabeza del paciente. Pero, en realidad, no existieron medios de producir una verdadera anestesia hasta mediados del siglo xix.
La anestesia general en cirugía fue practicada públicamente por primera vez por dos dentistas norteamericanos, Horace Wells y W. T. G. Morton. Las dos primeras drogas usadas como anestésicos, óxido nitroso y éter, eran ya conocidas desde hacía muchos años por los químicos. También se conocían los efectos de intoxicación que su inhalación producía, pero su eficacia analgésica no fue descubierta hasta que Wells demostró las propiedades del óxido nitroso (1844) y Morton, las del éter (1846). Aunque un médico norteamericano, Crawford W. Long, había ya extirpado un tumor bajo anestesia por éter en 1842, no publicó su experiencia hasta después de darse a conocer los resultados de Morton. En 1847 Oliver Wendell Holmes propuso la palabra «anestesia» para denominar el estado de insensibilidad producido por el éter y la de «anestésico» para la droga que lo provoca. El mismo año, Sir James Y. Simpson, médico escocés, iniciaba la utilización práctica del Cloroformo como anestésico general.
La anestesia local no fue adoptada en la práctica médica hasta casi el final del siglo xix. Cari Roller descubrió en 1884 las propiedades anestésicas de la cocaína y aplicó esta droga directamente al ojo. En 1885 William Halsted, mediante la aplicación de cocaína por medio de una jeringa hipodérmica de aguja hueca, inició el método anestésico de bloqueo. La anestesia raquídea fue aplicada por primera vez por J. Leonard Corning, en 1885.
Durante el siglo xx se han conseguido grandes adelantos en anestesiología. A raíz del descubrimiento de los efectos anestésicos de la cocaína se hicieron varios intentos para obtener por síntesis un producto químico similar menos tóxico. La primera droga eficaz para la anestesia local fue producida en 1904. Llamada en un principio novocaína (nombre que subsiste en muchos países), se conoce actualmente también por procaína. Existen otras muchas drogas sintéticas similares.
La anestesia rectal con éter oleoso fue perfeccionada en 1913 por James T. Gwathmey. El etileno, gas útil para producir anestesia general, empezó a utilizarse en 1923; el ciclopropano, otro gas de parecidos efectos, en 1930. La aplicación intravenosa del pentotal sódico se inició hacia el año 1935.
En 1942, Robert Hingson y Waldo Edwards dieron a conocer los primeros resultados de la meticaína en la analgesia caudal continua durante el parto.
La disminución de la mortalidad entre los heridos de la II Guerra Mundial se atribuye en parte al hecho de haberse utilizado en su tratamiento drogas y técnicas perfeccionadas para prevenir y reducir el dolor, de efectos mucho más eficaces y menos peligrosos que los producidos por las usadas en guerras anteriores. Los químicos prosiguen, sin embargo, la búsqueda de nuevos productos que permitan eliminar los inconvenientes de los mejores anestésicos actualmente en uso.
