La historia de la ciudad de Asunción comienza el 15 de agosto de 1537, cuando fue fundada por Juan de Salazar en honor a Nuestra Señora de la Asunción.
Este primer asentamiento se transformó rápidamente en un centro clave para la colonización del interior del Río de la Plata.
A pesar de su prometedor inicio, Asunción enfrentó desafíos en los siglos XVII y XVIII, como la competencia con Buenos Aires y el cambio hacia las misiones jesuitas, lo que afectó su desarrollo.
historia de la ciudad de Asunción
Se fundó Asunción el 15 de agosto de 1537, festividad de Nuestra Señora de la Asunción, que daría nombre a la ciudad. El núcleo inicial fue erigido por Juan de Salazar, que levantó un fuerte al que pronto se unieron otras construcciones anexas. En 1541 a dicho núcleo se le dio forma y categoría de ciudad por Irala, creándose un Cabildo, construyéndose la catedral, y se le dio a la ciudad un escudo, formado por dos castillos amurallados. Muy pronto Asunción se convirtió en el núcleo fundamental de la colonización interior de las tierras del Plata y en escala más importante de la ruta que se pensaba habilitar desde el estuario hasta las tierras peruanas.
El fracaso de dicha ruta, el desplazamiento del centro de gravedad de la colonización hacia la zona de las misiones jesuitas y la rivalidad con Buenos Aires, cada vez más en auge, redundarían en perjuicio de Asunción, que durante los siglos xvii y xviii llevó una vida muy lánguida, en contraste con sus prometedores comienzos.
La independencia daría nueva vida a la capital al convertirse en el centro político de una nación joven. Los primeros dictadores pusieron especial empeño en engrandecer la capital, que a primeros del siglo xix tenía más bien el aspecto de una aldea, por sus construcciones modestas de materiales frágiles. Francia destruyó gran parte de las construcciones coloniales, modificó el plano y levantó su palacio en una amplia plaza sin árboles, de la que partían varias calles cortadas en ángulo; la obra de Francia dejó su huella en las construcciones militares, que recibieron atención preferente. La ciudad creció en población con sus sucesores, hasta alcanzar los 50000 h en la época del general Solano, pero no varió mucho de aspecto. En 1869, en la guerra contra la Triple Alianza, la ciudad fue ocupada por los brasileños, que la devastaron e incendiaron, con lo que quedó casi totalmente destruida, pues la fácil combustión de los materiales de las casas agigantó las proporciones de los incendios. A la terminación de dicha guerra la ciudad no contaba más que con 15000 h.
A partir de los comienzos del presente siglo, cicatrizadas en parte las heridas causadas por la guerra contra la Triple Alianza, la ciudad ha crecido rápidamente. En 1930 contaba con unos 100000 h, que en 1945 eran 130000, en 1950 casi 220000 y 513.399 en 2002. La ciudad ha desbordado ampliamente la ensenada primitiva y ha crecido a lo largo del río y hacia el interior.
