La historia del arco como arma se remonta a tiempos prehistóricos, evidenciada por las cabezas de flecha de pedernal encontradas en diversas excavaciones.
Este ingenioso instrumento fue utilizado por el hombre primitivo hace más de 25,000 años, y su presencia en el arte rupestre y en esculturas de civilizaciones antiguas como los asirios y egipcios resalta su importancia en la caza y en la guerra.
A lo largo de la historia, el arco ha sido fundamental en numerosas batallas, incluyendo la famosa victoria griega en Maratón.
historia del arco (arma)
Las cabezas de flecha de pedernal desenterradas en las diferentes estaciones prehistóricas y la inclusión del arco y la flecha en los dibujos de las paredes de las cavernas atestiguan el empleo de este arma por el hombre primitivo hace 25000, 50000 ó tal vez más años. Las esculturas asirias y egipcias representan al hombre empleando el arco tanto en la caza como en las batallas. Homero lo menciona con frecuencia. Miles de cabezas de flecha de piedra han sido halladas en la llanura de Maratón, donde los griegos derrotaron a los persas el año 490 a. de J.C. La historia de Roma alude con frecuencia al arco y la flecha, como también lo hace la Biblia. Con su alto grado de desarrollo en Asia y su empleo por los belicosos escitas, turcos, mogoles y tártaros, esta arma desempeñó un papel decisivo en las expansiones de las «hordas» guerreras.
Historia posterior. Las mortíferas flechas de los arqueros normandos de Guillermo el Conquistador contribuyeron a la derrota de los anglosajones en la batalla de Hastings (1066). La ballesta fue una de las armas más importantes empleadas por los cruzados. La destreza en su manejo fue fomentada por Ricardo Corazón de León (1157-99), quien murió como consecuencia de una herida de flecha. Muchos monarcas ingleses dieron preferencia a la ballesta sobre el arco corto. Pero las bajas ocasionadas por el arco largo, mucho más potente, en la batalla de Bannockburn (1314) contribuyeron a revalorizar el arco y la flecha. Sus indudables ventajas: rapidez de tiro, facilidad de montaje sobre la marcha y poder de penetración en las armaduras de hombres y caballos, llevaron a la formación de unidades completas de arqueros perfectamente adiestrados.
Durante el largo reinado de Eduardo III (1312-77), los arqueros ingleses llegaron a ser los más diestros de toda Europa occidental. Sus arcos y flechas cambiaron el curso de las batallas de Crécy (1346), Poitiers (1356) y Agincourt (1415).
El arco y la flecha contribuyeron a la terminación del feudalismo, ya que, pudiendo el campesino construirlos por sí mismo, no se encontraba indefenso frente a los señores provistos de corazas que le imponían su dominio. El arco continuó siendo el arma individual más importante hasta la aparición de la pólvora y el desarrollo de las seguras armas de fuego. Desempeñó un papel importante en los ejércitos de la reina Isabel (1533-1603). Los covenanters escoceses emplearon con gran eficacia el arco y la flecha en el siglo xvii. En 1807 el zar de Rusia utilizó arqueros contra las tropas de Napoleón en Polonia. Cosacos armados con arcos y flechas se dirigieron hacia París en 1814. El arco fue el arma principal de los indios en América durante siglos antes de que los blancos introdujeran en sus dominios las armas de fuego. Los hotentotes y otros indígenas de África, los salvajes de las islas del Pacífico, las tribus de América Central y los esquimales hicieron también, y siguen haciendo, uso de esta arma.
