La historia del bandolerismo abarca un fenómeno social que ha surgido en diversas épocas y regiones, caracterizado por la aparición de bandidos que operan al margen de la ley.
Desde el Imperio Romano hasta la España del siglo XIX, pasando por América Latina y el Oeste estadounidense, el bandolerismo ha florecido en contextos de inestabilidad política y debilidad del orden público.
Figuras como Robin Hood y Pancho Villa se han convertido en leyendas, reflejando la complejidad de este fenómeno.
historia del bandolerismo
El bandolerismo floreció en él Imperio Romano, en la época de su decadencia; en los Balcanes, bajo el gobierno turco; en Italia, cuando la península estuvo atomizada en pequeños estados; en España, en el siglo xix, en que el orden estuvo en manos de gobiernos débiles; en América latina, a favor de la inestabilidad política. En China cuenta con una larga historia, especialmente en las provincias exteriores, donde las bandas cobraban a menudo tributo de los funcionarios corrompidos. En Estados Unidos apareció el proscrito del Oeste en la época de la colonización, en que quedó rebasada la autoridad policiaca del estado. La guerra fronteriza en el territorio de Kansas a causa de la esclavitud favoreció la aparición de bandidos, entre los que se cuentan Jesse James y Cole Younger. Otros famosos facinerosos fueron Robin Hood y Dick Turpin en Inglaterra, Fra Diavolo en Italia, el cosaco Stenka Razin en Rusia y Pancho Villa en México. Algunos de estos proscritos aparecen en las leyendas como héroes populares que ayudaban a los pobres contra sus opresores, pero en realidad no eran más que unos aventureros egoístas. El bandolerismo en alta mar se llama piratería. En las ciudades modernas toma la forma de gangsterismo.
Entre los más antiguos bandidos españoles figuran en tierras de morería Omar-ben-Hafsum, antes de su gesta heroica, y en tierras cristianas los «golfines», hidalgos que, carentes de hacienda, salían a robar a los caminos. Más tarde aparecen los monfíes de Las Alpujarras. En el siglo xvi surge definida la figura del salteador de caminos. A esta época pertenece la partida de Pedro Machuca, vencida por Argote de Molina (1590). En los siglos xvii y xviii siembra el terror en Cataluña Pedro Juan Barceló «Carrasclet», al que derrotan los Mozos de Escuadra de Valls (1719). A fines del xviii pertenece la figura romántica de Diego Corrientes (1757-81). La colonización por Carlos III de Sierra Morena, cobijo de bandoleros, contribuyó a acabar con este azote social. No obstante, en la primera mitad del siglo xix surgen bandidos tan famosos como José María «El Tempranillo», especie de Robin Hood español, prototipo del bandido generoso y caballero, idealizado por el romance y la novela. Aunque el tipo de bandolero se mantiene hasta el siglo xx, la creación de la Guardia Civil le da el golpe de gracia.