La historia del uso del cuerno animal se remonta a civilizaciones antiguas que dominaron el arte del curtido.
Los hebreos, por ejemplo, aprendieron a curtir el cuero con corteza de roble durante su cautiverio en Egipto, donde se han hallado evidencias de su uso en sandalias y otros artículos hace más de 3000 años.
Igualmente, los griegos y los aborígenes americanos perfeccionaron técnicas que les permitieron aprovechar al máximo este material, esencial en su vida cotidiana.
historia del uso del cuerno animal
Se sabe que los antiguos hebreos conocían el método de curtir el cuero con corteza de roble, arte que quizás aprendieran durante su cautiverio en Egipto. En las tumbas de este país se han encontrado sandalias de cuero y otros artículos de piel, que demuestran que hace más de 3000 años se conocía allí perfectamente el arte del curtido. También los griegos emplearon el cuero en los primeros tiempos de su historia, como se deduce de las alusiones que a él hacen los poemas homéricos en relación con antiguas leyendas. Los orientales, según referencias existentes, conocieron el arte del curtido aun antes de inventar ningún sistema de escritura.
Los aborígenes americanos estaban muy versados en el arte del curtido cuando los primeros blancos arribaron a sus costas. Corrientemente, eran las mujeres las que hacían el laborioso trabajo de separar el pelo y ahumar las pieles. El cuero así obtenido podía resistir toda humedad y recuperar su primitiva flexibilidad y suavidad después de curado.
Tanto en el Nuevo como en el Viejo Mundo, el cuero y las pieles constituyeron la primera vestimenta humana en los climas fríos. A las pieles secas sucedieron, al conocerse y generalizarse el curtido, los cueros, que tenían las ventajas de su menor peso y mayor flexibilidad. El cuero fue también precioso auxiliar del guerrero, ya que constituyó su única defensa protectora antes del empleo de los metales en calidad de escudo. Las primitivas cotas de . malla consistían en capas de cuero sobre las cuales se cosían aros de metal. Los anglosajones hacían sus escudos de cuero y llevaban pantalones del mismo material cuando se aprestaban a la lucha. Marco Polo menciona las armaduras de cuero de los chinos y mogoles del siglo xiii.
El quinto en importancia de los productos de Rusia en el siglo xvi era el cuero, según el embajador de la reina Isabel de Inglaterra en aquel país, quien afirmaba que era un artículo principal del comercio moscovita.
Durante la Edad Media, en que la industria se constituyó sobre la base del gremio, los trabajadores del cuero fueron los primeros en organizarse. Hacia el año 1397, Carlos el Sabio de Francia fundó la Hermandad de los Trabajadores del Cuero, controlada por la Iglesia. Los guarnicioneros y curtidores de Londres figuraron entre los cinco primeros oficios organizados en gremios, junto con los zapateros y otras varias clases de operarios del cuero.
Al llegar los primeros colonos a América, llevaron consigo el método del curtido por medio de cortezas, que era desconocido de los indios. Hacia el año 1800, Sir Humphry Davy probó distintos productos vegetales en su deseo de encontrar nuevos elementos curtientes. A las hojas del zumaque, que se habían empleado algo para obtener el tanino, añadió la corteza del abeto y la mimosa, la madera del roble, quebracho y castaño y los frutos del mirobálano, el divi-divi y la valonia. Los experimentos resultaron satisfactorios y revistieron enorme importancia para América, dada la gran cantidad de abetos que crecen en su suelo.
Unos noventa años más tarde un químico americano, Schultz, hacía vitales descubrimientos que prepararon el camino al ulterior progreso científico del curtido. Observó que, al actuar las sales crómicas sobre las pieles, resultaba un cuero muy distinto al hasta entonces conocido: un cuero azul, tieso e inflexible (cuero al cromo). Robert Foerderer, de Filadelfia, perfeccionó el procedimiento sometiendo las pieles curtidas con cromo al tratamiento de jabón y aceite, conocido en la industria con el nombre de «licor craso». Pronto el cuero así obtenido remplazó al curtido con cortezas, más pesado, en la fabricación de calzado.