El término hombre bueno se refiere a un individuo que, en su esencia, se caracteriza por la bondad y la generosidad.
Históricamente, también ha designado a aquellos que pertenecían al estado llano, es decir, a las clases sociales no privilegiadas.
Este concepto abarca tanto la moralidad del individuo como su posición social, resaltando la importancia de las cualidades humanas por encima de las distinciones de clase.