El término hombre de Estado se refiere a una persona con una actitud destacada y reconocida para dirigir de manera efectiva los negocios políticos de una nación.
Este individuo posee habilidades de liderazgo y una visión clara que le permiten tomar decisiones cruciales en momentos clave, contribuyendo al bienestar y desarrollo del país.
Su papel es fundamental en la construcción de políticas que impactan la vida de los ciudadanos.