El término hominicaco se utiliza en el lenguaje coloquial para referirse a un hombre que se caracteriza por su pusilanimidad, es decir, por ser tímido o cobarde.
Este adjetivo también implica que la persona tiene una poca apariencia, lo que sugiere que no destaca ni en su aspecto físico ni en su comportamiento.
Así, el hominicaco se presenta como alguien que carece de la fuerza o la presencia que se espera en un hombre.