La hornacina es un hueco en un muro destinado a albergar estatuas o imágenes, especialmente en edificaciones religiosas.
Estas estructuras resaltan la importancia de las figuras que contienen, adaptándose en forma y tamaño a estas.
Pueden variar en estilo y diseño, desde simples en una pared hasta elaboradas en columnas o pórticos, a menudo construidas con materiales como mármol, madera tallada o pinturas ornamentales.
s. f. Hueco en un muro para colocar una estatua, una imagen, etc.
La hornacina es una característica arquitectónica común en edificios religiosos, como iglesias, catedrales o capillas, donde se ubican imágenes o estatuas religiosas. Estas hornacinas suelen estar diseñadas de manera que resalten la importancia del objeto o figura que albergan, con una forma y tamaño acorde al tamaño de la imagen o estatua.
Las hornacinas pueden variar en estilo y diseño, desde pequeñas y simples en una pared, hasta grandes y elaboradas en columnas o pórticos. Algunas hornacinas también pueden estar construidas con materiales específicos para realzar su belleza, como mármoles, maderas talladas o pinturas ornamentales.
Estas estructuras cumplen diferentes funciones, ya sea para exhibir objetos religiosos de veneración, como imágenes de santos o vírgenes, o para destacar a personajes importantes de la historia religiosa. Además, las hornacinas también pueden ser utilizadas para albergar reliquias o elementos sagrados de gran valor religioso, como fragmentos de huesos de santos o fragmentos de la Cruz de Cristo.
En términos arquitectónicos, las hornacinas hacen parte de la decoración y distribución espacial de un edificio, permitiendo crear puntos focales en la estructura y resaltar la importancia de determinados elementos religiosos o históricos.
Asimismo, estas hornacinas son consideradas verdaderas obras de arte en sí mismas, siendo añadidas a la arquitectura de un edificio con el propósito de embellecerlo y dotarlo de un carácter espiritual.