La huella dactilar es la impresión que dejan las yemas de los dedos sobre una superficie.
Cada persona tiene un patrón único de líneas y surcos en sus dedos, lo que hace que estas huellas sean utilizadas en la identificación personal y en procesos legales.
Además, su estudio es fundamental en la dactiloscopia, una disciplina que se encarga de analizar estas impresiones para fines forenses y de seguridad.