Durante el ilapso, la persona experimenta un estado de profunda concentración y conexión consigo misma, alejándose de las distracciones del entorno y enfocándose en su propio interior.
Durante este estado, el individuo puede experimentar sensaciones de paz, serenidad y plenitud, así como una mayor percepción de su propia esencia y trascendencia.
El ilapso puede ser inducido a través de prácticas como la meditación, la contemplación o el autocontrol de la mente y los sentidos.
En estos casos, la persona dirige su atención hacia su interior, permitiendo que los pensamientos y emociones superficiales se desvanezcan para dar paso a una experiencia más profunda y elevada.
m. Éxtasis contemplativo, durante el cual se suspenden las sensaciones exteriores, quedando el espíritu en estado de arrobamiento.
Durante el ilapso, la persona experimenta un estado de profunda concentración y conexión consigo misma, alejándose de las distracciones del entorno y enfocándose en su propio interior. Durante este estado, el individuo puede experimentar sensaciones de paz, serenidad y plenitud, así como una mayor percepción de su propia esencia y trascendencia.
El ilapso puede ser inducido a través de prácticas como la meditación, la contemplación o el autocontrol de la mente y los sentidos. En estos casos, la persona dirige su atención hacia su interior, permitiendo que los pensamientos y emociones superficiales se desvanezcan para dar paso a una experiencia más profunda y elevada.
Durante el ilapso, la mente se libera de las preocupaciones y las limitaciones del mundo exterior, permitiendo al individuo sumergirse en un estado de conexión con su ser más profundo y con el universo en su totalidad. Es durante este estado que se puede experimentar una mayor claridad mental, sentido de propósito y apertura espiritual.
El ilapso puede ser un acto consciente y voluntario, o puede surgir de manera espontánea, como resultado de una experiencia transcendental o mística. En cualquier caso, el ilapso ofrece la posibilidad de trascender los límites de la realidad cotidiana y explorar los niveles más profundos de la conciencia y la existencia.
Ejemplos de uso: "El ilapso es un estado de contemplación profunda que puede llevarnos a un mundo interior de reflexión y autoconocimiento".
Etimología u origen de la palabra ilapso: (latín illapsus, p.p. de illábi, insinuarse.)