El verbo imbricar se refiere a la acción de colocar una serie de cosas de modo que estén parcialmente superpuestas, como las tejas de un tejado.
Se utiliza para describir el acto de superponer o entrelazar algo de manera que las partes se ajusten o encajen entre sí, ya sea colocando una cosa sobre otra de forma que los bordes o extremos se solapen o se entrecrucen.