La improbidad se refiere a la falta de integridad, moralidad y probidad en las acciones de una persona, lo que implica iniquidad, perversidad e injusticia.
Este término, de uso culto y formal, también se emplea para describir la corrupción y falta de honor de un funcionario público, conocida como improbidad administrativa.
En países como Brasil, esta conducta es considerada un delito grave, con consecuencias como la suspensión de derechos políticos, la pérdida de la función pública y la indisponibilidad de bienes, además del resarcimiento al erario.
♦ De uso culto, también empleada en ámbitos formales.
Ejemplos de uso: "la improbidad del juez es evidente, seguramente ha sido comprado".
"muchos juristas señalaron que existen condiciones de juzgar al presidente por falta de decoro e improbidad en las funciones que ejerce el mandatario, no solo por publicar un video pornográfico en su red social, sino por acontecimientos que lo han visto involucrado que han comprometido la liturgia del cargo y por incitar actos de violencia hacia sus detractores".
"La corrupción es una improbidad o deterioro en el proceso de tomas de decisiones en el que el tomador de decisiones se desvía o exige desviación del criterio que debe regir su toma de decisiones, a cambio de una recompensa o por la promesa o expectativa de una recompensa", La Corrupción por Lenin Saiz Guerrero.
(improbidad administrativa) f. Falta de honor, corrupción por parte de un funcionario público de un gobierno.
En algunos países existe como delito gravísimo, como es el caso de Brasil que lo tiene incluido en la propia Constitución; la ley prevé pesadas consecuencias como la suspensión de los derechos políticos, la pérdida de la función pública, la indisponibilidad de los bienes del trasgresor y el resarcimiento al erario.
Ejemplos de uso: "El Ministerio Público Federal de Brasil ha pedido a la justicia abrir procesos por improbidad administrativa contra el presidente".
"En Brasil existe la ley federal 8.429/9, llamada Ley General de la Improbidad Administrativa".
Etimología u origen de la palabra improbidad: del latín improbitas, -atis.