La impuridad se refiere a la condición de ser impuro, es decir, a la presencia de elementos o partículas que alteran la esencia de un cuerpo o materia.
Esta mezcla de sustancias extrañas puede afectar tanto la calidad como las propiedades del objeto en cuestión.
En términos más amplios, la impuridad puede relacionarse con aspectos físicos y simbólicos, reflejando una falta de pureza en diferentes contextos.