La expresión in ánima vili proviene del latín y se traduce como "en ánima vil".
Esta locución se utiliza en el ámbito científico y ético para señalar que los experimentos deben realizarse en animales irracionales antes de ser aplicados a seres humanos.
La frase refleja una postura que prioriza el bienestar humano, sugiriendo que es más aceptable probar procedimientos en especies no humanas para evitar riesgos en la salud de las personas.