La expresión in integrum proviene del latín y se traduce como "en su totalidad" o "en su integridad".
En el ámbito jurídico, se utiliza para referirse a la restitución de un estado o situación a su forma original, es decir, devolver algo a su condición inicial.
Este concepto es fundamental en el derecho, ya que busca reparar daños o restablecer derechos de manera completa, asegurando que las partes afectadas recuperen lo que les corresponde.