La palabra "incardinar" se emplea en el ámbito eclesiástico para referirse al proceso mediante el cual un obispo acepta a un eclesiástico de otra diócesis como su súbdito.
Esta acción implica la integración del clérigo en la diócesis del obispo, otorgándole una nueva identificación dentro de la estructura eclesiástica.
La incardinación es un acto relevante en la jerarquía eclesiástica, ya que implica un cambio en la ubicación y dependencia del clérigo en la Iglesia.
A través de este proceso, el obispo adquiere autoridad sobre el clérigo incardinado, quien a su vez asume derechos y responsabilidades como miembro del clero de la nueva diócesis.
tr. / r. Admitir un obispo como súbdito suyo a un eclesiástico de otra diócesis.
La palabra "incardinar" se utiliza en el ámbito eclesiástico para referirse al acto de recibir a un obispo como súbdito suyo a un eclesiástico que hasta ese momento pertenecía a otra diócesis. Este proceso implica que el obispo que recibe al eclesiástico lo integra a su propia diócesis como parte de su clero, otorgándole así una nueva "tarjeta de identificación" en la estructura eclesiástica.
La incardinación es un acto importante dentro de la jerarquía eclesiástica ya que marca un cambio en la ubicación y dependencia de un clérigo dentro de la Iglesia. Esta acción permite al obispo tener autoridad y jurisdicción sobre el eclesiástico incardinado, quien, a su vez, adquiere derechos y deberes como miembro del clero de la nueva diócesis.
La incardinación se realiza a través de un proceso formal en el cual se solicita el consentimiento del obispo de la diócesis de origen, así como del obispo de la diócesis a la cual se desea ser incardinado. Además, el clérigo interesado debe presentar toda la documentación necesaria que respalde su idoneidad y cualidades para ser parte del clero en la nueva diócesis.
Es importante destacar que la incardinación no implica una ruptura total con la diócesis de origen, ya que el clérigo incardinado mantiene lazos con su anterior diócesis, especialmente en lo que respecta a sus responsabilidades y compromisos anteriores. Sin embargo, a partir del acto de incardinación, el obispo de la nueva diócesis se convierte en su autoridad principal y se convierte en el responsable de su formación, asignación de funciones y supervisión.
Ejemplos de uso: "El Arzobispo incardinó al sacerdote recién ordenado en su propia diócesis".
"El obispo decidió incardinar al religioso proveniente de otra diócesis para fortalecer su equipo pastoral".
Etimología u origen de la palabra incardinar: proviene del bajo latín incardinare, y este de in, en, y cardo, -inis, el quicio.
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Preguntas de los visitantes
¿En qué tipo de situaciones o contextos suele utilizarse el término "incardinar"?
Nombre: Valentina - Fecha: 04/08/2023
¡Hola! Me preguntaba en qué situaciones o contextos es más común usar la palabra "incardinar". ¿Podrían darme más información al respecto? ¡Gracias!
Respuesta
El término "incardinar" se utiliza principalmente en el ámbito religioso, específicamente en la Iglesia Católica. Se refiere al proceso mediante el cual un obispo admite a un eclesiástico de otra diócesis como su súbdito. Esta acción implica una transferencia o cambio de jurisdicción eclesiástica.
Sin embargo, a pesar de ser más común en el contexto religioso, el término "incardinar" también se puede utilizar en un sentido más amplio para referirse a cualquier situación en la que se establezca una relación de subordinación o integración de una persona o entidad en una organización o estructura. Por ejemplo, se puede decir que un profesor se incardina en una universidad cuando es contratado y se convierte en parte del cuerpo académico.
En resumen, "incardinar" es un término que se utiliza principalmente en el contexto religioso para referirse a la admisión de un eclesiástico en una diócesis, pero también se puede aplicar en otros contextos para describir situaciones de subordinación o integración en una organización.